Por Saúl Molina
En la era digital cualquier niño sabe desde muy pequeño que quiere irse de viaje a Orlando para conocer a los personajes de sus películas favoritas, apenas con meses de haber pisado este mundo, descubren la nueva y sencilla manera de viajar: desde la tableta o el celular de papá o mamá.
Y es que si bien la inteligencia de los niños no es propia de las nuevas generaciones, es cierto que con la velocidad que se mueve el mundo, a veces es muy fácil confundirnos y creer que nuestros hijos son genios porque saben utilizar un gadget diseñado precisamente para eso: para que incluso un niño y cualquier neófito pueda aprender a utilizarlo en cuestión de minutos, u horas cuando mucho.
¿Y a qué viene todo lo anterior?, seguramente se están preguntando algunas, o todas… bien, pues se trata de una invitación, de un recordatorio, de un recuerdo.
Las invito a que organicen un viaje de ensueño junto con el papá de sus hijos, ¡“un viaje a la oficina de mi papito”!, les recuerdo que cuando somos niños cualquier pretexto puede convertirse en una aventura, es cuestión de un poco de creatividad; les comparto la emoción que me provoca recordar los momentos inolvidables que pasé en la oficina de mi papá, algunos, los mejores recuerdos que tengo de él, viendo a mi héroe en acción.
¿Cuándo organizarlo?
Aunque esta pregunta es mejor que la responda directamente cada papito, yo les sugiero que sea un viernes, que el niño falte a la escuela o que lo organicen con calma y se preparen para ese viernes de junta de consejo que no pone a todos a hacer malabares para encontrar dónde dejar a los niños durante el horario laboral.
Te recomiendo que le digas a tu esposo que se ponga de acuerdo con sus mejores cuates de la oficina, quizá si son varios niños además de la posibilidad de que jueguen entre ellos, también obtienen el apoyo de la empresa para, no sé, ¿pizza?
¿Qué llevar?
Vestimenta: Todo dependerá del tipo de labor que desempeña papá y a dónde lo acompañará, pero no dudes en mandarle el traje de su superhéroe, villano o princesa favorita, un cambio cómodo y uno más formal por si acaso llega a ser necesario.
Chamarra y/o suéter: Uno nunca sabe, además, siempre sirven de almohada en caso de que el peque decida echarse una siesta por ahí.
Lunch: Lo ideal es que papito los invite a desayunar tal y como lo haría en un día normal, que tu hijo/a conozca a los amigos de trabajo para que le digan cosas como: “eres igualito a tu papá”, “saliste a tu mamá, te salvaste”, “estás casi tan guapo como tu papá”, etc.
Pero si eso no se puede, pues manda el mismo lunch que se llevaría a la escuela, ah, y no olvides la lunchera de papá.
Juguetes: Sé que muchas no se atreverán, pero mandar a tu hijo/a con el iPad, el iPod, el iPhone, el PS Vita, la laptop y todos sus gadgets no se vale, el chiste es que conviva e incluso ayude a su papá y a la gente de su oficina. Pero bueno, tampoco se trata de hacerlo sufrir, así que mándale su juguete preferido.
Misión especial: no nos hagamos tontos, sé que muchas de ustedes aprovecharán para mandar a sus niños como investigadores, si es tu situación, no lo entrenes, no es necesario, créeme, lo digo por experiencia.
Saúl Molina
Director de Comunicación y Mkt de una empresa muy acá (http://mpro.mx/invierte/), papá y apasionado de los paseos y aventuras en compañía de Emma, su hija.